José María el Tempranillo
José María Hinojosa Cobacho
Bandolero español
El Tempranillo nació el 21 de junio de 1805 en Jauja, Córdoba.
Hijo del jornalero Juan Hinojosa y de María Covacho.
Durante una romería en la ermita de San Miguel, mató a un hombre por causas no esclarecidas; unos dijeron que fue para vengar a su padre, que había muerto asesinado años antes; otros, que para vengar a su madre, que había sido deshonrada por el asesinado. Escapa de la justicia y se echa al monte; su temprana edad hace que se le conozca como El Tempranillo.
Se une a la banda de los Niños de Écija, pero pronto encabeza su propia partida.
Los bandoleros desafiaban a las tropas de Fernando VII, incapaces de capturar a los salteadores. Su fama de bandolero romántico fue exaltada por los extranjeros que viajaban por Andalucía, como el francés Prosper Merimée, autor de Carmen, quien relata sus andanzas. El inglés Richard Ford escribió también sobre él, y su amigo John Frederic Lewis viajó a su encuentro, logrando inmortalizar al Tempranillo con un dibujo en 1832.
Contrajo matrimonio con María Gerónima Francés en Torre Alháquime (Cádiz), de donde ella era natural, y de este matrimonio nacería un hijo, de nombre José María, el 6 de enero de 1832 en un cortijo cercano a Grazalema, muriendo su madre en el parto.
El Tempranillo acudió en solitario junto a su esposa para acompañarla en el parto, siendo delatado ya que los Voluntarios del Rey, llamados popularmente Migueletes, lo cercaron en el cortijo. El alboroto y tiroteo provocaron en su mujer tal impresión que el parto se adelantó con el desenlace citado. José María El Tempranillo, lejos de rendirse, montó el cadáver de su esposa sobre el caballo, se ató el bebé a su faja y salió a galope del cortijo entre los disparos de los migueletes, saliendo ileso del trance y entregando a su hijo a la familia de la madre.
Disponía en esta época de unos cincuenta hombres a caballo bien disciplinados. Un grupo de terratenientes visitó al rey para solicitar un indulto que los alejara de la ilegalidad. En agosto de 1832, en Estepa, se formalizó el indulto y en los términos del acuerdo se pactó que los bandoleros formasen el llamado Escuadrón Franco de Protección y Seguridad Pública de Andalucía, siendo El Tempranillo su comandante y, debidamente uniformados, recibieron en Córdoba la bendición del obispo, desfilando por la ciudad y pasando a continuación a patrullar por los mismos caminos que antes asaltaban.
Durante la persecución de otro bandolero, José María El Barberillo, de Estepa, llegó confiado a un cortijo cercano a Alameda (Málaga), donde fue tiroteado por El Barberillo. Tras unos días de agonía, falleció a los veintiocho años de edad, el 24 de septiembre de 1833.